domingo, 5 de mayo de 2013

Bajo la Cruz



La cruz que cargaste en tu hombro Jesús, Señor nuestro, sobre la cual tú sangre derramaste y en la crucifixión te unieron con aquel madero. En esta escena podemos encontrar muchos signos de muerte como la traición, la soledad, el dolor y el odio que mostramos hacia ti. Ante todo esto, nos demostraste que la vida, a través de la resurrección se hizo presente y venció a la muerte, a todos esos signos que apagan la existencia.

No sólo en la cruz hay dolor y muerte ¿Es que no lo vemos? ¿Es que no lo comprendemos?
Dios bajo a lo más humilde y pobre de nuestra condición humana y se entregó por nosotros, es la obra más grande de amor, sólo hecha por amor.

¿Cuántas veces sentimos que una situación o  un momento de nuestras vidas está lleno de negatividad, de signos contrarios a la vida, que llevan a lo que sería la muerte, como no vida, aquello que carece de Jesús, de luz. Pero si ponemos nuestra confianza en Dios, desde el corazón, como lo hizo Jesús en su crucifixión, él nos empapará con su santo espíritu y encontraremos que en ese momento hay vida, y que de esa situación Dios nos mostrará la plenitud, porque no busquemos entre los muertos, al que está vivo, Jesús está más vivo que nosotros, él esta en la plenitud de la vida eterna. Guárdanos Señor para esa vida. Amén.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario