miércoles, 10 de abril de 2013

María, Luz del Cielo


María, Madre Mía, tú conoces el verdadero amor que tanto nuestras almas anhelan. Tú renunciaste con tu sí a una vida vacía, para llevar una vida de plenitud y dejando que, el señor te cubriera con su espíritu, te coronaste como reina y madre de la creación.

María, hija del Padre, madre del Hijo y esposa del Espíritu Santo, tú que derramas tu amor sobre nosotros como tus hijos, aceptándonos como somos, llévanos a Jesús. Muéstranos a tu hijo. Fruto bendito de tu vientre y enséñanos a amar, a rezar. Junto a ti María queremos caminar.

Al ver tu rostro y haberme abrazado, el amor y la paz invadieron mi alma, y en esos instantes, me siento como un niño cuando tus brazos me sostienen y siento que en el corazón de la trinidad, por mas insignificante que yo sea, piensa en mí como cada uno de nosotros, esta cerca nuestro, pronuncia mi nombre y me regala paisajes, instantes, personas, su amor y cada una de ellas, por mas pequeñas que sean algunas, me dicen “te amo”.