domingo, 29 de diciembre de 2013

En la cuerda floja

Muchas veces me experimento en la cuerda floja, y este sentir no es un sentimiento pesimista ni negativo, es experimentarse despojado de todas esas máscaras y seguridades que nos vamos poniendo o que nos imponen. Es aceptarse que uno no es dueño de la vida, sino más bien es un pasajero que toma ese tren. Es sentir que uno no pregunta, sino que responde a la vida.

Verse en esa cuerda, con un abismo debajo, confiando plenamente en que uno no se caerá, en que se podrá avanzar e ir llegando a las siguientes estaciones. No tenemos el control de la vida, no podemos exigirle nada, creerse que uno tiene poder es más que una ilusión, es algo que dura un instante, al siguiente instante puede presentarse una situación que este fuera de control. Lo único que podemos tener el control es sobre el televisor, la computadora, la radio, etc.

Esto de alejarnos de la esencia de la vida, es lo que provoca en nosotros ese vacío existencial, que buscamos llenarlo con placeres ciegos que nos apaciguan ese dolor, pero la efímeridad regresa con el amanecer, y cada vez la llama de la luz en nosotros se va apagando, se va quedando sin aceite para mantenerse encendida. Es parte de nuestra propia humanidad estar en la cuerda frágil, pero es necesario buscar la grandeza de la humildad, que tanto cuesta, pero pensando en ser menores que los demás, nos lleva al encuentro, con el verdadero amor.


Ezequiel Joaquín Portela Bongiovanni


jueves, 19 de diciembre de 2013

Hoy puedo decir

Hoy puedo decir que el mayor tesoro que tenemos es la vida, sin embargo nos pasamos dando vueltas en una ciudad, persiguiendo sueños de dinero, egoísmo, comodidad, bienestar, etc. Pero que en realidad lo único que se nos pasa es la vida.

Hoy puedo decir que entendí que las personas no cambian, sino que se van acercando o alejando de su esencia, entre la trascendencia y la transitoriedad de las cosas.

Hoy puedo decir que siempre nos quedamos con cosas que decir, nos callamos y comenzamos a expresarnos y comunicarnos de otra forma, donde el lenguaje no es por medio de palabras, ya que no alcanzan las palabras para poder expresarse completamente.

Hoy puedo decir que vi la pobreza en carne viva, en ver los rostros de las personas que viven en la calle, aquellas víctimas de un sistema cruel y perverso que destruye sus vidas, pero se percibe en ellos que no se rinden.

Hoy puedo decir que sé que es el odio, ese sentimiento más perverso y oscuro que consume poco a poco el alma, hasta que se pierde la conciencia y el amor.

Hoy me di cuenta que los mejores maestros son los niños, que nos enseñan lo que de verdad importa con sus corazones puros e inocentes.

Hoy puedo decir que se lo que es la esperanza, de ver una sonrisa en el marginado, en vivir del último aliento, con las últimas fuerzas, apostando en un mañana mejor.

Hoy puedo decir que lo más importante de la vida es el Amor que permite que uno pueda amar y se dejarse amar, tristemente hoy el amor está siendo manipulado, lo han convertido en algo muy efímero, en algo controlable.

Hoy puedo decir que no es el final, es sólo el principio.

Ezequiel Joaquín Portela Bongiovanni